Historia de Chile o Un hombre sentado en la plaza.

“Propenso y preocupado hoy debato propinas,
mañana pretendo cosechar cenizas.”

No hay nada mas extraño que ser un rehabilitado,
tener fatigas en el cuerpo, tener angustias silenciadas en la espalda.
Extrañar las hirientes caricias de la desgracia bajando por la garganta;
llenando los pulmones; lacerando la piel es un suave tormento, un sutil horror.

Y aun cuando esa extraña cercanía con la muerte produce la tranquilidad mas sincera bajo los incendios perpetuos que caen en los ojos y muerden la carne.

Y aun cuando la resignación frágil no perdona y la mano se alza hacia la botella, hacia la píldora, hacia el polvo y los crímenes no parecen fáciles.

Y aun cuando la culpa burbujea en el pecho impide la respiración normal y corta las alegrías triviales y la balanza sucumbe resignada cuando ya nada importa.

Pienso: que extraño es ser un rehabilitado
caminando de cara al sol por la vereda,
que extraño es conocer las dos caras de la moneda
y después de todo …no haber continuado.